COLECCIÓN DE ARTE TRADICIONAL AFRICANO

       Hemos dividido esta colección en tres partes: Arte real, Arte vital y Arte ritual. Cada objeto va acompañado de una explicación, más o menos amplia según su importancia y la información disponible. El manejo es muy sencillo, basta con seguir las indicaciones del listado de la margen izquierda.

            Ya hemos dicho que los objetos en un mundo en el que la palabra escrita no existe son un medio de comunicación, cualesquiera que éstos sean. Son el modo de expresión de estos pueblos, el modo de transmitir sus mensajes, sus sentimientos y de materializar su sensibilidad. La significación de estos objetos va más allá de su expresión material, son la codificación de la palabra. Nos gustaría que se tuviera presente este sentimiento al ver las fotografías, pensando, además, que la mayoría de los objetos africanos sacados de su contexto pierden su verdadero sentido.

           Las máscaras, por ejemplo, deben ser vistas en movimiento. Las máscaras que se ven en los museos o en las fotografías no son sino una pequeña parte de la máscara, la careta de madera. La máscara es un todo, un conjunto de danza, música, ropajes, acompañamiento de comparsas y espectadores. A veces, la máscara observada en un museo que parece la menos interesante, vista en su ambiente, en pleno baile o ceremonia, puede ser la más espectacular, la que mayor emoción transmite, la que mayores sentimientos de sorpresa, admiración o temor despierta. La máscara no existe para llegar a los sentidos sino al espíritu. Y la mayoría de los objetos africanos de las sociedades tradicionales animistas tienen también un sentido espiritual o religioso.

          Separado de su dimensión religiosa el arte africano pierde su cualidad. Una estatua por muy “bella” que sea, o así nos lo parezca” es una estatua “muerta” cuando ha dejado de desempeñar su función. Los museos o las máscaras colgadas como decoración en algunas viviendas no pueden reflejar lo que es el “arte” africano. No puede disociarse de su entorno cultural. La eficacia ritual prevalece sobre el sentimiento estético.

         El arte en África no puede comprenderse sin estudiar, al mismo tiempo, las tradiciones, el entorno social y las creencias de sus pueblos. El objeto africano, sacado de su medio natural, ha de ser al menos comprendido en su contexto social, familiar mágico o religioso, nunca como un simple objeto decorativo. Esperamos que las explicaciones que han sido facilitadas a lo largo de las distintas partes de esta página web ayudarán a situar, aunque muy imperfectamente, las distintas obras expuestas en su contexto.



Jesús Arrimadas Saavedra